Tienes un proyecto de diseño y construcción o remodelación de oficinas corporativas en mente, ya cuentas con el presupuesto y el tiempo para ejecutar, o por el contrario no tienes nada definido; ¿Qué hacer en cada situación?
En todo proyecto debes partir por buscar el apoyo de empresas para que materialicen tu requerimiento y la necesidad de una oficina moderna, que refleje la imagen corporativa de tu compañía. Sin embargo, aparece una disyuntiva. ¿Contratas a una empresa para que se encargue de todo el proyecto o delegas cada fase del proceso a diferentes compañías?; ambas opciones son válidas y te permiten gestionar tu proyecto, pero debes tener claro cual se ajusta más a tu necesidad, tiempo y presupuesto.
¿Metodología tradicional o design and build?
Ambas ofrecen buenos resultados, aunque no son recomendadas para todos los casos; hay factores como el riesgo que estás dispuesto a aceptar, el tamaño de la obra y su complejidad que determinan cuál es más idónea para tu caso en particular.
METODOLOGÍA TRADICIONAL
En esta metodología cada etapa del proceso (diseño, asesoría y construcción) se encuentra a cargo de una empresa diferente y las etapas de diseño y planificación se desarrollan antes de iniciar la construcción de la obra.
Esto genera menor interacción entre las partes involucradas y es un proceso más extenso. Sin embargo, permite a la empresa realizar licitaciones y seleccionar el precio más conveniente.
Las instituciones públicas tienden a utilizar este tipo de metodología, ya que sus proyectos suelen contar con fases amplias de formulación y planificación, lo que implica tomar menores riesgos. Además, se encuentran regidas por normativas estrictas que establecen el proceso de contratación de servicios.
¿Cuándo podemos aplicar esta metodología en diseño y construcción?
- Cuando se cuenta con mayores plazos de planificación.
- Se tienen procesos internos de licitación o áreas encargadas de infraestructura.
- Se distribuye el presupuesto total para cada fase del proyecto.
- El presupuesto es acotado y se quiere optar por el mejor precio para cada servicio.
- Tienen un proyecto de gran envergadura y alta inversión.
- Se requiere correr menores riesgos.
- Tienen plazos amplios para realizar la construcción.
METODOLOGÍA DESIGN AND BUILD
A diferencia de la tradicional, la metodología Design and Build o Fast-Track permite que el proceso de diseño y planificación se desarrolle de forma paralela a la construcción y sea gestionado por una sola empresa, generando un servicio «llave en mano», acortando los tiempos, además de centralizar la comunicación y responsabilidad.
Las empresas que prefieren esta metodología, están dispuestas a correr más riesgos, requieren resultados en menor tiempo y poder comunicarse de manera efectiva a través de un solo canal.
¿Cuándo es recomendable esta metodología?
- Cuando existe poco plazo para ejecutar y se requiere optimizar el tiempo.
- Se cuenta con un presupuesto definido.
- Tienen claro los alcances y necesidades a cubrir.
- Están abiertos a recibir propuestas y mejoras.
- Necesitan una respuesta rápida a los cambios.
- Cuando no se cuenta con áreas de infraestructura internas.
- Se requiere simplicidad en la comunicación y en el contrato.
Podemos concluir que ambas metodologías tienen sus pro y contras, dependerá del tipo de proyecto, el tamaño, el presupuesto y los plazos esperados, para decidir cuál es la mejor manera de abordarlo.