¿Te has fijado en que el Hormigón desde hace un tiempo, ya no es sólo algo destinado a lo estructural?
Tímidamente, partió la tendencia de dejar las paredes desnudas, sin tratamiento ni color, al igual que tuberías y maderas como OSB.
Cada vez es más frecuente ver que el hormigón se reconozca en la industria de la construcción, como un material atractivo, duradero y con clase.
Se remonta a la década de 1930, cuando se utilizó por primera vez como material de construcción para estructuras industriales. Hasta entonces sólo se había utilizado para obras públicas, como carreteras y puentes, y a finales del siglo XIX se había convertido en sinónimo de modernidad. En aquella época el hormigón se consideraba un material revolucionario por su resistencia, durabilidad y flexibilidad.
Sin embargo, a pesar de que se utilizó en algunos edificios después de la Segunda Guerra Mundial, el hormigón no se popularizó hasta la década de 1980, cuando se aplicó a los edificios residenciales como decoración interior y revestimiento exterior. Además, se utilizó como elemento arquitectónico en muchos proyectos de toda Europa durante este periodo, especialmente en Italia, donde se convirtió en parte integrante de la cultura del diseño italiano.
Desde entonces, el hormigón no ha dejado de crecer en popularidad y ahora se considera uno de los materiales más importantes de la arquitectura contemporánea debido a su durabilidad y sostenibilidad, que lo hacen ideal tanto para las reformas de oficinas como para las nuevas construcciones.
Pero, hablemos de decoración e identidad de oficinas:
El hormigón es resistente y duradero, por lo que es perfecto para un entorno interior. Puede utilizarse para construir paredes y suelos, así como muebles y otros elementos. También es fácil de mantener y limpiar, lo que lo convierte en una opción ideal para espacios comerciales.
La principal ventaja del hormigón es que se puede moldear en casi cualquier forma imaginable: ¡no hay límites en lo que se puede crear con él! Esto significa que tiene total libertad a la hora de diseñar su espacio: desde la elección del tamaño de la habitación hasta la combinación de colores, puede crear exactamente lo que desea utilizando el hormigón en la decoración de oficinas.
Aquí tienes algunas ideas sobre cómo puedes utilizar el hormigón en tu oficina:
Encimeras de hormigón
El hormigón es uno de los materiales más duraderos disponibles para las encimeras, pero también es muy pesado. Las encimeras de hormigón suelen hacerse vertiendo el hormigón sobre un subsuelo de madera contrachapada y dejándolo curar antes de cortarlo en la forma deseada. Pueden teñirse o dejarse al natural y pulirse con aceite mineral para mantener su acabado.
Suelos de hormigón
Como el hormigón es tan pesado, no es práctico utilizarlo como material de suelo a menos que se vierta justo sobre el nivel del suelo existente o sobre otro suelo. Antes de verter el hormigón, hay que asegurarse de que hay un buen soporte debajo, porque una vez que se endurece, no hay vuelta atrás.
Muebles de hormigón
También puedes utilizar el hormigón para hacer mesas, sillas, bancos y otros muebles. La forma más sencilla es vaciar el hormigón en moldes especialmente hechos para esta función. Un mesón de hormigón para varios colaboradores y sus pantallas, es cada vez más recurrente.
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